Si eres del gremio o similar (editor, diseñador, escritor, guionista etc) habrás tenido muchas reuniones con clientes a lo largo de tu carrera. Algunos buenos, algunos encantadores (¡es por vosotros que vale la pena todo esto!) algunos desastrosos, algunos malos y otros incluso perversos. Es casi como una cita a ciegas, no sabes lo que te vas a encontrar y muchas veces ya has aceptado el proyecto cuando te das cuenta (tarde) de que esta nueva relación va a ser un infierno.
Así como en las citas hay detalles de que te alertan de que debes huir sin mirar atrás (mencionitis aguda de su ex, que viva con su madre, que lleve escote masculino etc) con los clientes hay ciertos indicadores que, si puedes permitírtelo, lo más sensato es mandarlos a tomar viento.
Don Formatos:
Indicador: Cuando le preguntas si el material que te pasará será en alta/editable responde con frases vagas que no tienen sentido mientras mira al infinito.
Futuro probable: Te manda su logo en Excel y al recordarle que te lo prometió en vectorial te suelta ‘¿pero no eres diseñadora? ¡Apáñate!’
Señor mañana:
Indicador: Te cambia la cita 8 veces, llega tarde sistemáticamente y no contesta a tus correos (y cuando te escribe es evidente que no los ha leído).
Futuro probable: Ya se que te dije que lo quiero en 3 meses pero he cambiado de opinión y lo quiero mañana.
Doña epístolas:
Indicador: No sigue la cadena de mails (nunca) y mientras le vienen las cosas a la cabeza te va escribiendo (por separado claro).
Futuro probable: Después de 13678 mails y perder unos cuantos años de vida te das cuenta de que solo habéis solucionado 1 punto de la lista.
Míster rata:
Indicador: En la primera reunión se queja de que el bar elegido es caro, te pide si te sobran 2 céntimos y se queda la propina que TU has dejado.
Futuro probable: He pensado que el presupuesto aprobado es demasiado alto, te acabo de ingresar la mitad que es lo que creo adecuado. De nada.
Amigos si vivís alguna de estas situaciones antes de formalizar el acuerdo, ¡¡¡alerta roja!!! Es momento de hacerse la gran pregunta: vale la pena/lo necesito? Si el SÍ es rotundo, multiplica x2 el presupuesto que pensabas pasarle en concepto de futuro sufrimiento y luego, cuando hayas terminado, apunta el nombre del infame en la súper lista de los horrores que hemos confeccionado.
Descarga el PDF y confecciona tu propia lista
De nada! XD